Déjame decirte de entrada que siempre he sido un poco quejica, o eso me han dicho las personas más cercanas a mí. Digo he sido porque, como en otras tantas cosas, intento cambiar y mejorar constantemente; si no me aburro de mí misma y además ya puedo ir cerrando el chiringuito si no me aplico lo que les digo a mis pacientes, ¡estaríamos listos!. Este artículo pretende ser una defensa a los quejicas pero con medida. Me explico, tienes derecho a quejarte pero se deben cumplir las siguientes premisas fundamentales para que esa queja sea productiva y no cansina e inútil:
- El lenguaje utilizado debe ser lo más asertivo posible: que no te guste algo y que decidas comunicarlo está bien, que los demás tengan que aguantar malas maneras o tu enfado, no tanto. Huye del «cállate no la vayas a liar» que te empuja a no expresar lo que te disgusta, pero encamínate hacia un «Ni te calles ni la líes».
- Esa queja debe ser el inicio del cambio si es algo que está en tus manos cambiar o de la aceptación si no depende de ti y no puede modificarse (ahí el esfuerzo estará en cambiar la actitud que tengas hacia lo que no te gusta).
- No hagas sólo eso y todo el tiempo, a la larga cansarás y desesperarás a los que están a tu alrededor. Detrás de toda queja se esconde un deseo. Intenta expresar lo que realmente te gustaría que ocurriera en vez de despotricar acerca de lo que está ocurriendo.
De hecho, no quejarse nunca puede acarrear serios problemas sobre tu estabilidad emocional e incluso sobre tu salud. Quien se lo calla todo, sobretodo lo que no le gusta, acaba explotando. Es en este sentido que hago una distinción entre dos tipos de personas: las géisers y las Krakatoa. Un géiser es un tipo especial de fuente termal que emite periódicamente una columna de agua caliente y de vapor al aire, de modo que de forma continuada va liberando cierta carga interna. Por otro lado tenemos a Krakatoa, que es el nombre que se usa para designar a un archipiélago de islas situadas en el estrecho de Sonda, entra Java y Sumatra; pero también es el nombre que recibe un volcán que entró en erupción en mayo de 1883 y causó una explosión cataclísmica que se cargó una isla entera en pedazos. Utilizando la metáfora, tendríamos dos estilos de actuación:
ESTILO GÉISER
- Emites quejas de forma frecuente pero su efecto no es del todo devastador
- No te callas, pero tampoco la acabas de liar parda
- Procuras expresarte de forma asertiva y sin herir los sentimientos de los demás, pero te expresas y eso está bien
- Vas soltando presión, eres de los que no se aguanta lo que piensa ni se calla lo que no le gusta
ADVERTENCIA PARA GÉISERS:
- No callar es bueno, siempre y cuando no se mojen mucho con el géiser los que están a tu alredeor cada vez que tu lengua entra en acción
- De vez en cuando es mejor observar, analizar, ver qué se puede cambiar y entrar en acción sin desprender mucha agua ni vapor
- Es bueno soltar la presión, pero hacerlo de forma continuada te puede acabar convirtiendo en el mismísimo «pitufo gruñón»
- Utiliza la energía interna que posees para liberar presión para encaminarte a la acción
ESTILO KRAKATOA
- Sueles permanecer en silencio demasiado tiempo, sin expresar lo que realmente sientes sobretodo cuando te disgusta o desagrada
- Crees ser un pozo sin fondo capaz de aguantarlo todo pero, créeme, tienes un límite. ¿Cómo pretendes llenar una botella de 1,5 litros de agua sin que se derrame una sola gota cuando llevas 6 litros de carga en el depósito?
- Prefieres guardártelo para ti no vaya a ser que alguien se enfade o piense mal de ti y eso suele acarrearte problemas. Se le llama «pan para hoy, hambre para mañana»
- Ahora bien, cuando entras en erupción ya se puede evacuar todo ser viviente a un radio de 5 quilómetros a la redonda: arrasas
ADVERTENCIA PARA KRAKATOAS:
- No te calles por miedo a liarla, expresa lo que sientes y lo que te disgusta con una comunicación positiva
- Eres lo que tradicionalmente se llama el estilo pasivo-agresivo de comunicación: callas y te callas, aguantas y aguantas hasta que…¡entras en erupción!
- Intenta no acumular ya que a la larga la ira y la agresividad hacen acto de presencia y tras estas la culpa por cómo te has comportado
- Recuerda que tienes todo el derecho a quejarte pero los que están a tu alrededor tienen el derecho a no permitirte que les quemes con tu lava
Y tú, ¿Eres géiser o krakatoa…?